Años esperando esta noche, sobre todo para aquellos fans más intensos de My Chemical Romance; esos mismos que estuvieron años siguiendo cada publicación que la banda hacía en redes sociales, analizando con lupa y tratando encontrar algo que diera al menos una pequeña esperanza sobre su regreso. Hasta que sucedió en 2019. La banda «emo» por excelencia regresaba a los escenarios, pero… ¿y a México? ¿Cuánto habría que esperar? Toda una pandemia pasó antes de que esto pudiera concretarse; la espera fue larga… hasta que el Corona Capital revivió la esperanza. Tan pronto surgieron los rumores, los corazones «emo» comenzaron a latir enérgicos. Luego se confirmó: My Chemical Romance regresaba a México. Los boletos volaron.
La noche de este viernes por fin llegó el momento. La banda estadounidense reapareció con esa personalidad irreverente y oscura que siempre los ha caracterizado, y el reencuentro soñado de los últimos años por fin se llevó a cabo.
Eran las 23:30 horas cuando el escenario Corona ya se encontraba a tope. Miles de almas corrieron a tomar el mejor lugar posible para poder disfrutar del reencuentro con Gerard Way y compañía. «The Foundations of Decay», esa canción que marcó su resurgimiento, fue el banderazo. Con su tenue inicio, los gritos y una que otra lágrima comenzaron a salir entre el público. Luego la intensidad subió al llegar el coro… y desde ahí no paró.
Su set estuvo repleto de joyas de sus años mozos como «Na Na Na», «I’m Not Okay», y muchas más en la lista. Cuando «Teenagers» llegó, los pasos al puro estilo de su video musical se hicieron presentes frente al escenario. Luego, el bajeo inicial de «Vampires Will Never Hurt You» se apoderó de la atmósfera que habitaba el Corona Capital.
Con «Helena» los gritos sonaron fuerte, muy fuerte. El coro fue intenso y forrado de sentimiento, pero «Cancer», «Cancer» desató la melancolía en una actuación apasionante que solo Gerard Way puede hacer de manera espectacular.
«Welcome to the Black Parade»: la bomba. Parecía que esta canción hubiera sonado por toda la CDMX. La intensidad llegó a sus máximos niveles. Y de la euforia ni qué decir. Épico, épico.
My Chemical Romance fue un cierre quizá insuperable para los próximos dos días que nos esperan, y no por la banda, sino por lo mucho que significó su regreso para sus más grandes fans.
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