Un canto a la vida, hoy que tanto se necesita: Napoleon en Ocesa Irrepetible

Napoleón canta a la vida, no importa cómo ni dónde, tal como su presentación en Ocesa Irrepetible lo demostró. El mensaje al mundo: “¡Vivan!” Cuando hay talento y calidad. el formato queda en segundo plano. Un hombre que, pese al reto de no contar con un público físico frente a él, supo dominar el momento, ... Leer más

Un canto a la vida, hoy que tanto se necesita: Napoleon en Ocesa Irrepetible

Napoleón canta a la vida, no importa cómo ni dónde, tal como su presentación en Ocesa Irrepetible lo demostró. El mensaje al mundo: “¡Vivan!”

Cuando hay talento y calidad. el formato queda en segundo plano. Un hombre que, pese al reto de no contar con un público físico frente a él, supo dominar el momento, tomarlo, palparlo y convertirlo en algo mágico, único e irrepetible. Napoleón enfrentó las adversidades que hoy se viven dentro de la pandemia para dar paso a un concierto en esta nueva modalidad donde, más allá de su música, se sinceró por completo con quienes desde casa se encontraban gozando cada pieza, asegurándose de hacerles saber a cada uno de aquellos expectadores atentos a la pantalla, lo importante que son para su carrera, para sus momentos sobre el escenario, para llenar su alma.

A las 20:30 horas, muy puntual, la transmisión dio inicio, ¡y qué inicio! La voz de su hijo José María fue la encargada de engalanar el comienzo de la velada interpretando algunos temas, el último de ellos “Me enseñaste a volar”, con la que la emotividad se puso a flote al ser una dedicatoria para su padre, Napoleón, que ya se preparaba para salir al escenario.

Un canto a la vida, hoy que tanto se necesita: Napoleon en Ocesa Irrepetible
Fotografía: Zeus López / Ocesa

Saber con qué tema podría haber iniciado el poeta de la canción no es fácil, pues su carrera se componen de tantos temas ícono que, sumados a su talentosa voz, hace que cualquiera sea perfecta. En esta ocasión “Ella se llamaba Martha» fue la elegida para dar paso a la gran velada.

La sensación extraña de estar sobre un escenario acompañado solo de sus músicos y sin nadie frente a él, nadie fisicamente, era evidente. Ir a un concierto de Napoleón es ver multitudes emocionadas, apreciando cada tema, aplaudiendo cada momento, dándole al artista la prueba irrefutable de que se su disfrute es legítimo, impulsándolo a más. Pero aún con que esta respuesta no era visible esta vez para Napoleón, el siguió, siguió y siguió, no sin antes hacerle saber a su gente lo importante que son, una y otra vez, deseando que aquellas caras frente a la pantalla, estuvieran ahí, frente a la tarima.

Un canto a la vida, hoy que tanto se necesita: Napoleon en Ocesa Irrepetible
Fotografía: Zeus López / Ocesa

“Amor de habitación” y “Atrévete” fueron dos de los temas siguientes a intérprete, el último de ellos dedicado a Juan Gabriel, pues detalló que era una de las favoritas del fallecido Divo de Juárez.

La situación en pandemia es difícil, y el mismo Napoleón, transparente y sincero como siempre, abrió su corazón y contó a su público que los estragos de la enfermedad que hoy inunda al mundo, también se han llevado a seres muy queridos del cantante, uno de ellos el cantante Yoshio, fallecido el pasado mes de mayo, y también contó que uno de sus sobrinos la pasa mal a causa de esta situación.

“Esta pandemia ha sido una enseñanza dura, nos lleva a llamar más a los nuestros, a brindar lo que tengamos en nuestras manos, porque dar es mejor que recibir” expresó el músico.

Algo que hace que un concierto de Napoleón, más allá del formato, sea una experiencia total, son los relatos que el intérprete hace entre canción y canción, dándole vida a aquellas historias y anécdotas que las conforman, dejando claro que la esencia de las canciones es única.

Y las dedicatorias también se hicieron presentes, sobre todos a quienes han sido significativos durante el trayecto que ha recorrido con su carrera, dirigiendo una de estas dedicatorias a su manager, con “Quisiera”, que usualmente no suele ser parte del las presentaciones.

Un canto a la vida, hoy que tanto se necesita: Napoleon en Ocesa Irrepetible

Dentro del show hubo nu pequeño momento break donde, junto a su hijo José María, Napoleón respondió algunas preguntas hechas previamente por los fans, reforzando aún más la cercanía hacia ellos. una de esas preguntas desató una anécdota que el pasado mes de marzo provocó titulares, y es que el Poeta de la Canción fue conmovido por un joven que con guitarra en mano tocaba a las afueras del hotel donde él se encontraba hospedado. Napoleón narra que fue su propio hijo el que le desató el impulso de ir hacia el joven y tocar junto a el, creando un momento involvidable que hoy puede encontrarse en plataformas cono YouTube.

Tras el break, Napoleón volvió al escenario para continuar con sus éxitos, y entre ellos aprovechar para brindar un homenaje al Príncipe de la Canción, José José, un cantante que le dio voz a muchos de sus temas.

La emotividad en las historias subía pieza con pieza, una de las más marcadas fue “Sin tu amor”, compuesta para su madre y dedicada totalmente a ella.

Entre los temas de Napoleón hay himnos, no solo para sus fans, sino para la vida misma. “Hombre” es uno de ellos, y en esta ocasión el tema de hizo presente viéndose acompañado de la voz de su hijo José María, haciendo de la pieza algo fenomenal.

Para la recta final llegaron otras dos grandes: “Eres” y “Pajarillo”, infaltables, disfrutables al cien por ciento. Luego, tras aproximadamente 2 horas de show, la velada llegaba a su fin, no sin antes dejar un mensaje al público alusivo a lo que se vive, invitándolos a cuidarse como nunca, usar cubrebocas y hacerle frente a este virus con todos los cuidados necesarios.

Así, rodeado de emotividad mientras al otro lado de la pantalla lo recibían aplausos virtuales y caras de felicidad, Napoleón interpretó “Vive” poniéndole un dorado punto final a esta noche irrepetible.

Un canto a la vida, hoy que tanto se necesita: Napoleon en Ocesa Irrepetible
Fotografía: Zeus López / Ocesa

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Napoleón canta a la vida, no importa cómo ni dónde, tal como su presentación en Ocesa Irrepetible lo demostró. El mensaje al mundo: “¡Vivan!”

Cuando hay talento y calidad. el formato queda en segundo plano. Un hombre que, pese al reto de no contar con un público físico frente a él, supo dominar el momento, tomarlo, palparlo y convertirlo en algo mágico, único e irrepetible. Napoleón enfrentó las adversidades que hoy se viven dentro de la pandemia para dar paso a un concierto en esta nueva modalidad donde, más allá de su música, se sinceró por completo con quienes desde casa se encontraban gozando cada pieza, asegurándose de hacerles saber a cada uno de aquellos expectadores atentos a la pantalla, lo importante que son para su carrera, para sus momentos sobre el escenario, para llenar su alma.

A las 20:30 horas, muy puntual, la transmisión dio inicio, ¡y qué inicio! La voz de su hijo José María fue la encargada de engalanar el comienzo de la velada interpretando algunos temas, el último de ellos “Me enseñaste a volar”, con la que la emotividad se puso a flote al ser una dedicatoria para su padre, Napoleón, que ya se preparaba para salir al escenario.

Un canto a la vida, hoy que tanto se necesita: Napoleon en Ocesa Irrepetible
Fotografía: Zeus López / Ocesa

Saber con qué tema podría haber iniciado el poeta de la canción no es fácil, pues su carrera se componen de tantos temas ícono que, sumados a su talentosa voz, hace que cualquiera sea perfecta. En esta ocasión “Ella se llamaba Martha» fue la elegida para dar paso a la gran velada.

La sensación extraña de estar sobre un escenario acompañado solo de sus músicos y sin nadie frente a él, nadie fisicamente, era evidente. Ir a un concierto de Napoleón es ver multitudes emocionadas, apreciando cada tema, aplaudiendo cada momento, dándole al artista la prueba irrefutable de que se su disfrute es legítimo, impulsándolo a más. Pero aún con que esta respuesta no era visible esta vez para Napoleón, el siguió, siguió y siguió, no sin antes hacerle saber a su gente lo importante que son, una y otra vez, deseando que aquellas caras frente a la pantalla, estuvieran ahí, frente a la tarima.

Un canto a la vida, hoy que tanto se necesita: Napoleon en Ocesa Irrepetible
Fotografía: Zeus López / Ocesa

“Amor de habitación” y “Atrévete” fueron dos de los temas siguientes a intérprete, el último de ellos dedicado a Juan Gabriel, pues detalló que era una de las favoritas del fallecido Divo de Juárez.

La situación en pandemia es difícil, y el mismo Napoleón, transparente y sincero como siempre, abrió su corazón y contó a su público que los estragos de la enfermedad que hoy inunda al mundo, también se han llevado a seres muy queridos del cantante, uno de ellos el cantante Yoshio, fallecido el pasado mes de mayo, y también contó que uno de sus sobrinos la pasa mal a causa de esta situación.

“Esta pandemia ha sido una enseñanza dura, nos lleva a llamar más a los nuestros, a brindar lo que tengamos en nuestras manos, porque dar es mejor que recibir” expresó el músico.

Algo que hace que un concierto de Napoleón, más allá del formato, sea una experiencia total, son los relatos que el intérprete hace entre canción y canción, dándole vida a aquellas historias y anécdotas que las conforman, dejando claro que la esencia de las canciones es única.

Y las dedicatorias también se hicieron presentes, sobre todos a quienes han sido significativos durante el trayecto que ha recorrido con su carrera, dirigiendo una de estas dedicatorias a su manager, con “Quisiera”, que usualmente no suele ser parte del las presentaciones.

Un canto a la vida, hoy que tanto se necesita: Napoleon en Ocesa Irrepetible

Dentro del show hubo nu pequeño momento break donde, junto a su hijo José María, Napoleón respondió algunas preguntas hechas previamente por los fans, reforzando aún más la cercanía hacia ellos. una de esas preguntas desató una anécdota que el pasado mes de marzo provocó titulares, y es que el Poeta de la Canción fue conmovido por un joven que con guitarra en mano tocaba a las afueras del hotel donde él se encontraba hospedado. Napoleón narra que fue su propio hijo el que le desató el impulso de ir hacia el joven y tocar junto a el, creando un momento involvidable que hoy puede encontrarse en plataformas cono YouTube.

Tras el break, Napoleón volvió al escenario para continuar con sus éxitos, y entre ellos aprovechar para brindar un homenaje al Príncipe de la Canción, José José, un cantante que le dio voz a muchos de sus temas.

La emotividad en las historias subía pieza con pieza, una de las más marcadas fue “Sin tu amor”, compuesta para su madre y dedicada totalmente a ella.

Entre los temas de Napoleón hay himnos, no solo para sus fans, sino para la vida misma. “Hombre” es uno de ellos, y en esta ocasión el tema de hizo presente viéndose acompañado de la voz de su hijo José María, haciendo de la pieza algo fenomenal.

Para la recta final llegaron otras dos grandes: “Eres” y “Pajarillo”, infaltables, disfrutables al cien por ciento. Luego, tras aproximadamente 2 horas de show, la velada llegaba a su fin, no sin antes dejar un mensaje al público alusivo a lo que se vive, invitándolos a cuidarse como nunca, usar cubrebocas y hacerle frente a este virus con todos los cuidados necesarios.

Así, rodeado de emotividad mientras al otro lado de la pantalla lo recibían aplausos virtuales y caras de felicidad, Napoleón interpretó “Vive” poniéndole un dorado punto final a esta noche irrepetible.

Un canto a la vida, hoy que tanto se necesita: Napoleon en Ocesa Irrepetible
Fotografía: Zeus López / Ocesa

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