Un “nunca te olvidaré” le dedica Monterrey a Enrique Iglesias cada que el cantante se presenta en la ciudad. La noche de este viernes no fue la excepción. Enrique Iglesias nunca pasa de moda.
No importa cuántas veces visite Enrique Iglesias a Monterrey, el amor hacia él siempre será el mismo que lo vio nacer hace más de dos décadas, incluso más fuerte, pues su afán de involucrarse con artistas del momento creando pegajosos éxitos le ha valido el gusto de un gran número de nuevos fans que se refleja en la diversidad de edades entre su gente. En pocas palabras, Enrique Iglesias nunca pasa de moda.
El considerado ‘Rey del Pop Latino’ regresó a Monterrey como parte de su ‘Live in Concert’, con el que logró encender a miles de almas dentro del Auditorio Citibanamex.
La espléndida noche comenzó con “Move to Miami”, canción con la que Enrique Iglesias apareció rodeado de luces y columnas de humo que hacían aún más imponente su presencia, aunque eso pareciera imposible.
Luego, la noche continuó con «Freak» y «I Like How it Feels», donde las llamas salieron para rodear el escenario con gran intensidad.
La fiesta latina se armó cuando «Duele el corazón» comenzó a sonar desatando el baile a todo lo que da y encendiendo esa llama tan alegre e intensa que caracteriza a la gente latina.
Canciones como “Heartbeat”, «Escape» y «Tonight» armaron la pista de baile al ritmo dance, pero «Bailamos» lo hice de una manera un tanto diferente, comenzando con una introducción al estilo flamenco, bastante gozosa.
Aunque sus baladas son recordadas con mucha melancolía y siguen siendo de las más aclamadas durante el show, sus temas dance son otra cosa totalmente diferente, pero igual de aplaudida, y es por ello quizá que ahora su repertorio estuvo más empapado por aquellos éxitos bailables que por los tranquilos temas románticos del ayer.
Pese a que todo se disfrutó al máximo, las que brillaron por su ausencia fueron «Experiencia religiosa» y «Por amarte», pues no fueron incluidas en el show.
Las sorpresas siempre están presentes en los shows de Iglesias, y una de esas fue la interpretación de «Yellow», de Coldplay, un cover que hizo a todo el mundo levantar las luces de sus celulares como ya marca la tradición de las canciones melosas.
Temas como «Perdedor», «Loco» y «Súbeme la radio» fueron coreadas de inicio a fin, para luego dar pie a la recta final con «Hero», provocando suspiros.
El broche de oro fue conformado por la icónica «Nunca te olvidaré», «El Perdón», la eufórica «Bailando» y, por supuesto, «I Like It» culminó con la vivaz noche.
Hora y media de show, casi dos decenas de canciones y un español muy mexicano terminaron por dejar a Monterrey al filo de la locura, envuelto en emoción y con ganas de volverlo a ver, una vez más, dos veces más, o las veces que deban de ser, porque como bien dijimos, el amor por Enrique Iglesias no tiene final en Monterrey.
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