Con casi cuatro décadas de trayectoria, Miguel Mateos demostró que su música sigue siendo parte de diversas generaciones. En el escenario GNP Seguros, el argentino reunió adultos, jóvenes y niños que acompañaban a sus padres, donde todos disfrutaron de la música de uno de los músicos más queridos de los 80’s.
El show comenzó puntual a las 9:15 de la noche. Vestido con un traje negro y entre gritos de emoción, Mateos abrió la velada con “Tira Para Arriba”.
Buenas noches Monterrey, gracias por estar aquí. ¡40 años! 40 años. Vamos a escuchar poco de todo honestamente, así que vamos a hacer un picoteo en el repertorio… Esta noche me siento regiomontano”, dijo el cantante argentino antes de interpretar “Mi Sombra En La Pared”. La respuesta fue inmediata: el público se levantó de sus asientos para corear uno de los clásicos más queridos del artista.
La noche avanzó entre recuerdos y éxitos con temas como “Llámame Si Me Necesitas” y “Si Tuviéramos Alas”. En un momento que arrancó las risas de los asistentes, Mateos bromeó sobre su propio estilo de baile mientras presumía sus mejores pasos “muy al estilo Bad Bunny”, como él mismo señaló, durante “Donde Arde La Ciudad”.
El repertorio también incluyó una sorpresa: un cover de “Everybody Wants to Rule the World”, de Tears for Fears, que fue recibido con entusiasmo por los asistentes.
El punto más alto llegó cuando comenzaron a sonar los primeros acordes de “Es Tan Fácil Romper El Corazón”, provocando que el público estallara en gritos y cantara de principio a fin uno de los temas más emblemáticos en la carrera del argentino.
La recta final estuvo marcada por canciones como “Malos Pensamientos” y “Lola”, antes de presentar una renovada versión de “Hagamos el amor”, adaptada con nuevos arreglos en vivo.
Previo a la despedida, Mateos reservó un momento especial para sus fans regiomontanos. “Muchas gracias Monterrey por esta noche, ustedes saben que son mi obsesión, ¿verdad? A ver cómo cantan”, dijo antes de interpretar “Obsesión”, una de las más esperadas por los fans.
Aunque abandonó el escenario entre aplausos, el público no lo dejó ir tan fácil. Tras unas breves peticiones, el cantante regresó para cerrar la noche con su himno generacional: “Cuando seas grande”.
Y así, después de poco más de una hora y media, el músico convirtió en “estrellas de rock and roll” a los presentes, quienes esperan que el cantante regrese pronto a la Sultana del Norte.
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