La vida de Amy Winehouse, aunque fugaz, dejó una marca enorme en el mundo de la música, no solo por su poder de interpretación vocal, sino por la tragedia que poco a poco fue construyendose a lo largo de su tumultuosa vida amorosa.
Una historia de fama, vulnerabilidad y muchos excesos es reflejada durante 2 horas en la biopic bautizada como su éxito «Back to Black», dirigida por Sam Taylor-Johnson e interpretada por Marisa Abela. Y por cierto, al igual que la canción, el nombre es como un lamentable epitafio en su historia, por lo que no pudo haber mejor elección.
Si conoces la vida de Amy entonces no hay nada que spoilear, pues la cinta relata lo que fue su ascenso meteórico al estrellato y los múltiples baches que se encontró en el camino y que terminaron enganchándola. Además, no es la primera vez que se cuenta su historia en la pantalla, pues de hecho en 2015 el documental «Amy» llegó hasta los Oscars aunque a su paso levantó polvo de la crítica que se avalanzó sobre éste.
Ahora bien, en esta nueva entrega cinematográfica, aunque bien no se muestran sus primeros pasos en la música en la infancia y la rebeldía que ya llevaba impregnada, sí se logra ver en la película esa personalidad que la distinguió y que poco a poco fue tomando más y más vuelo.
La figura materna que predomina en la cinta es la de su muy amada abuela, Cynthia, quien no solo le dio disciplina a su vida alocada y fue un faro en medio de tanto movimiento, sino que también fue crucial en el moldeo del estilo personal de Amy, quien adoptó gracias a ella su peinado y su look «Shangri la». Además fue su confidente, por lo que su partida fue un golpe duro para la cantante que sumó a su cabal de tragedias de esos días.
Y como era de esperarse, la historia de sus excesos es el tema central que aborda la película. En ésta se puede ver cómo fue evolucionando su consumo de sustancias hasta cierto punto legales hasta terminar en la perdición debido al paso de otra figura lamentablemente clave en su vida, Blake Fielder-Civil, representado de gran forma por Jack O’Conell, quien logra transmitir esa actitud desenfrenada que tanto lo distinguió en aquellos años.
Otra cosa que pone los pelos de punta es la escena de su actuación desde Londres para los Premios Grammy de 2008, a los cuales no pudo asistir personalmente debido a problemas con su visado. Aquí pueden verse algunas pocas tomas reales de la ceremonia y éxito que se llevó consigo aquel día, retratando perfectamente los claroscuros en los que navegaba su día a día.
Y hablando de tomas reales, algo que se le aplaude mucho a «Back to Black» es su forma de representar algunas de las fotografías más populares de los paparazzis hacia Amy, como el día de campo con Blake mientras carga una botella de alcohol, o aquella vez que fue captada consumiendo crack en su hogar.
Y es que cabe destacar que el papel de la prensa también es crucial, pues se alcanza a ver el hostigamiento hacia Amy Winehouse y la contante batalla contra los paparazzis que nunca dejaron de acosarla a donde quiera que iba, hasta terminar rompiéndola.
En resumen, «Back to Black» te cuenta en solo dos horas el ascenso meteórico de Amy Winehouse a la fama, el enorme papel que tuvo Blake en su vida y la manera en la que el amor y la codependencia terminaron por hundirla en las adicciones de forma tan profunda hasta terminar en tragedia y unirse al fatídico «Club de los 27».
Seas fan o no de este ícono de la música, «Back to Black» es una cinta que deberías de ver para comprender mejor la historia de vida de Amy.
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