Las luces del Allegiant Stadium se encendieron con el fulgor de Usher en el espectáculo del medio tiempo del Super Bowl LVIII. El reconocido cantante y bailarín ofreció una presentación cargada de energía, coreografía y nostalgia, pero la ausencia de Justin Bieber, quien se esperaba como invitado sorpresa, dejó a muchos fanáticos con un sabor agridulce.
Según fuentes de Page Six, Bieber declinó la invitación argumentando que no se sentía preparado para regresar a los escenarios en un evento tan emblemático como el Super Bowl. A pesar de los esfuerzos de persuasión por parte de Usher, el joven artista decidió no formar parte del espectáculo.
La conexión entre Usher y Bieber se remonta a 2009, cuando el primero descubrió al talentoso adolescente en YouTube. Usher fue clave en el impulso inicial de la carrera de Bieber, quien posteriormente firmó con Island Def Jam Recordings, el sello discográfico del reconocido cantante y productor.
«Reducir 30 años de carrera a 15 minutos es mucho pedir», expresó Usher, quien recientemente concluyó una exitosa residencia de 100 conciertos en Las Vegas y lanzó su noveno álbum de estudio, «Coming Home». A pesar de la ausencia de Bieber, Usher logró cautivar al público con sus icónicos éxitos como «Yeah», «Caught up» y «Bad girl».
Cabe destacar que Usher, ganador de ocho premios Grammy, ya había participado en el escenario del Super Bowl en 2011 como invitado de Black Eyed Peas. Su regreso al evento deportivo más importante de Estados Unidos no solo reafirmó su estatus como un showman consumado sino que también dejó claro que sigue siendo una fuerza imparable en la industria musical.
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