Arrancamos el fin de semana con todo el romance. Pablo López deleitó como nadie el Showcenter Complex con su habilidosa voz y talento en una noche muy melancólica.
Hasta las lágrimas le brotaron de los ojos a Pablo López durante el concierto que ofreció en Monterrey este viernes en Showcenter Complex.
Sumamente conmovido, el cantante agradeció al público presente por ser parte de una noche tan inolvidable tanto para él como para toda la gente presente.
La noche inició con «El abrazo más grande de todos los tiempos», poniendo a toda la gente a cantar a coro y a derrochar romance por todos los lados del recinto.
Seguido de este gran tema que halagó al público llegó «La niña de la linterna», que hizo que todos los presentes encendieran las luces de sus celulares para ondearlas de lado a lado y pintar una atmósfera más que romántica dentro del Showcenter.
Durante esta canción y la siguiente, que fue «Viba», Pablo López se colocó en su piano de cola dando muestra de sus dotes musicales, y llenando de toda una emotividad sin igual el lugar.
Más tarde, con «Te espero aquí» sacó su guitarra acústica y encendió los corazones de cada fan haciendo sonar esta canción tan esperada, y dejando claro que la melancolía sería lo que reinaría esa noche.
La interacción con el público fue muy buena durante toda la noche, pues el cantante constantemente platicaba con ellos dejando andar muchas anécdotas y mensajes.
Canciones como «El teléfono», «El camino» y «El Gato» también fueron parte del repertorio con el que el cantante español deleitó a los regios, dejando un sabor de boca bastante grato.
La recta final estuvo a cargo de un tema que llegó perfecto para lo que se estaba viviendo, pues es titulado «La mejor noche de mi vida». Pero aunque parecía que todo terminaría, la realidad es que solo se trató de un falso final pues Pablo López volvió a salir de tras bambalinas para ponerle punto final a la velada con «El invierno nos guarda» y, finalmente, «Tu enemigo».
Lo que se vivió este viernes en el Showcenter Complex fue romanticismo puro, ternura y melancolía al por mayor a cargo de una voz espléndida como la que posee Pablo López.
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