Intensa noche de reggatetón la que se vivió en Monterrey con el 11:11 World Tour de Maluma. FE-NO-ME-NAL.
Algo caracteriza a Maluma más allá del reggaetón, y eso es su manera de prender a la gente con tan solo pararse sobre un escenario; esta vez volvió a hacerlo en Monterrey, frente a su fiel auditorio gozoso y muy bailador.
El Auditorio Citibanamex se llenó de fans emocionados que con ansias esperaban escuchar en vivo y en directo los éxitos que se han apoderado de la radio e internet en los últimos años catapultando al cantante colombiano.
Fue alrededor de las 21:30 horas cuando una sábana de humo cubrió por completo el escenario para dar paso a la imponente personalidad del reggaetón; ataviado de un pantalón estilo cuero y una llamativa sudadera fosforescente, Maluma desgarró gargantas simplemente con su presencia.
«Mala mía» fue la canción encargada de arrancar con el show, misma a la que inmediatamente le siguió «Corazón», y la ya icónica «Venta pa’ca» que el cantante hiciera famosa junto a Ricky Martin.
Aunque su intención fue buena, el saludo a los regiomontanos poco se escuchó, pues los gritos emocionados de los fans opacaban sus palabras a cada momento.
Fuego, un gran y sensual equipo de bailarinas y un vistoso juego de luces acompañaron al cantante durante el repertorio que ofreció, haciendo del espectáculo una inmensa fiesta reggeatonera.
Con «Chantaje» el movimiento de caderas se hizo presente y «Borró Cassette» dejó a muchas afónicas durante el show, pues la coreada fue bastante intensa, y no solo eso, sino que aprovechó el momento para lucir su cuerpo y lanzar su sudadera provocando los piropos de las más atrevidas.
Maluma procuró siempre mantener a flote esa interacción con el público que tanto se disfruta, e inclusive aprovechó que una de sus enamoradas, una fan muy especial, estaba justo frente a él lanzándole besos, para invitarla a subir al escenario junto a él:
Y aunque lo suyo es el reggaetón, Maluma no canta mal las rancheras. Para sorpresa de todos, el colombiano pero con corazón mexicano pidió un trago de tequila para después aventurarse a interpretar un fragmento de «El Rey», sorprendiendo a aquellos que solo lo habían escuchado en su faceta urbana.
La variedad en sus interpretaciones salió a relucir durante la noche, pues inclusive el cantante se aventó un par de canciones en formato acústico, «Créeme» y «Perdedor», dandole un giro diferente al espectáculo. Posteriormente, con «Me llamas» y «Bella» levantó aún más el ánimo.
La recta final fue aún más intensa con grandes éxitos que lo posicionaron en la escena, como «El préstamo» y «4 Baby’s», una de las más esperadas por el público.
Finalmente, con «Carnaval» le hizo honor al nombre de la canción y armó todo un relajo previo al éxito más aclamado, «Felices los 4», para cerrar como se debe una intensa noche de reggaetón, euforia y mucha diversión.
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