La nostalgia se convirtió en júbilo este viernes con el show de Grandes de los 80s, realizado en la Arena Monterrey.
Lucía Méndez, Laureano Brizuela, María del Sol, Pimpinela y Rocío Banquells hicieron vibrar a más de 7 mil personas en el recinto de la avenida Madero.
El show comenzó con un opening en el que participaron los artistas mencionados, apareciendo uno a uno, interpretando un clásico propio.
Posteriormente tocó el turno a Lucía Méndez, quien por espacio de poco más de 40 minutos dio un repaso de algunos de sus éxitos.
Vistiendo un llamativo traje rojo, la diva mexicana cantó «Enamorada», «Corazón de piedra», «Cielo rojo», «Por Qué Me Haces Llorar», de Juan Gabriel, entre otras.
Méndez se estuvo en constante contacto con el público, manteniendo siempre el gran humor que la caracteriza.
Después de esto María del Sol se apoderó del escenario para hacer vibrar a todos los presentes con su inigualable voz.
La virtuosa cantante tuvo varios problemas con su micrófono pero eso poco le importó, pues dio un derroche vocal que todo el público aplaudió, sobre todo con el cover «Saving All My Love», de Whitney Houston.
En ese momento apareció Tatiana, artista invitada en esta velada, quien interpretó «Chicas de hoy», mientras que María del Sol se encontraba detrás del escenario recibiendo atención médica por un malestar.
Tras la aparición de la regia, María del Sol regresó y confesó que tuvo un breve problema de salud, pero continuó con su set cantando «Por ti volaré».
La cantante de 57 años de edad se hizo acompañar de Rocío Banquells para cantar «Memory».
Luego de esto, ya en solitario, Rocío demostró el por qué es considerada como una de las mejores voces mexicanas de los 80s, interpretando «No Soy una Muñeca»,»Abrázame» y «Luna Mágica».
Banquells prácticamente dejó boquiabiertos a miles por la majestuosidad de su voz, la cual se vio potenciada por su gran capacidad interpretativa.
Después tocó el turno a Pimpinela de llevar a los 7 mil fans a dar un viaje por los 80s, con temas como «A esa» y «Ahora decide».
Lucía y Joaquín Galán consiguieron conectar con el público desde el primer momento y no es para menos, ya que el dueto argentino mantiene intacto su poderío vocal.
El cierre se dio de manera rockera con Laureano Brizuela, quien lanzó una avalancha de de éxitos.
«Sueños compartidos» y «Amándote» fueron algunas de las canciones más coreadas del «Ángel del Rock», quien por espacio de cerca de 45 minutos llenó el ambiente de mucho sentimiento.
De esta manera se puso punto final a una noche mágica, en la que la atmósfera de los 80s se hizo presente.
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