Menudo la sensación puertorriqueña de los 80’s sigue causando euforia entre sus fanáticos en el Auditorio Banamex.
La agrupación originaria de Puerto Rico compuesta por los antiguos integrantes que conformaban Menudo, quienes después de muchos años siguen causando emociones entre su público, una vez más se volvieron a encontrar para deleitar a sus fanáticos regios en una gira por toda Latinoamérica, Centroamérica, Estados Unidos y Europa.
Desde 1977, año de su formación, se volvió la banda más popular de América Latina, con récord de ventas de discos y presentaciones, volviendo locas y locos a infinidad de fans quienes cantaban al ritmo de los pegajosos y bailables éxitos e imitaban los movimientos que contagiaban de energía a sus seguidores, imponiendo todo un estilo de música y baile; y no mucho parece haber cambiado desde aquellos tiempos.
El Auditorio Banamex se vistió de gala para recibir a Robert Avellanet, Rey Reyes, Charlie Massó, Miguel Cancel y René Farrait, quienes dejaron más que claro que pese a los años, siguen teniendo mucho que ofrecer, y prueba de ello fue el recinto repleto de fieles seguidores del quinteto boricua.
Con un repertorio más que variado compuesto de 28 canciones donde se disfrutaron los más grandes éxitos de la banda provocando gritos y nostalgia entre sus fans. Empezando con «Indianapolis», «Fuego», «Voulez-Vous» y «Claridad» con los que de forma inmediata hicieron recordar los mejores momentos de su era, haciendo que la audiencia no dudara en ponerse de pie y bailara al ritmo de la música con los ya clásicos movimientos coreográficos que se han vuelto indispensables en sus presentaciones en vivo.
«La chispa de la vida», «Quiero ser», «A Volar», «Quiero Rock», «Súbete a mi moto» y hasta una versión muy emotiva de «Cielito Lindo» fueron parte de las piezas musicales que subieron la adrenalina al máximo en la velada del pasado 3 de Octubre.
Acompañados de una banda de músicos, coristas, una pantalla gigante y mucha iluminación, se disfrutó un espectáculo de alrededor de 2 horas llenas de energía, música, coreografías, memorias y vívidos recuerdos de adolescencia y por supuesto, una audiencia que nunca cesó de mostrar su amor, lealtad, admiración, dedicación y apoyo incondicional a sus ídolos.
Comentarios
0 comments