Alejandra Guzmán esparció energía y pasión a los regios durante su presentación en el Auditorio Banamex.
Durante casi una hora y media, la “reina de corazones” hizo cantar, bailar y brincar a los 6,500 fanáticos que se dieron cita en el Auditorio Banamex. El lugar se convirtió en un mar de pelo alborotado con la llegada de la rockera.
Era poco antes de las 21:30 horas cuando enormes sirenas de policía se estamparon en la enorme pantalla que servía de fondo a la tarima; el sonido de las sirenas iba aumentando casi tan rápido como la emoción de los presentes, pintando de azul y rojo cada esquina del auditorio.
El estruendo de cada uno de los instrumentos anunció la llegada de la reina, quien apareció sobre una plataforma triangular que se encontraba sobre el escenario y, en segundos, la seductora «Lipstick» dio la bienvenida al show mientras la dinámica plataforma iba descendiendo lentamente con la cantante arriba, hasta dejarla al nivel del escenario
Un diminuto traje con destellos plateados y tiras brillosas que lo adornaban de los hombros, era lo que portaba la aclamada estrella. «¡Bienvenidos!, Es un placer estar aquí en Monterrey, ¡Que viva!”, grito y saludó a todo su público para dar paso a “Mírala, míralo”.
De un lado a otro y con sensuales movimientos que despertaban piropos y enormes gritos por parte de sus fans, la Guzmán hacia suyo cada centímetro del escenario mientras interpretaba temas como “Luz de luna”, “Loca”, en donde se lanzó al suelo para entregarse por completo a los regiomontanos.
Con el humor que la caracteriza, la Alejandra también hablo sobre sus pasados problemas de salud, y se mostró contenta por poder bailar de nuevo.
La melancolía invadió por primera vez la velada con «Llama por favor», donde la cantante pidió se alzaran los brazos para acompañar tan grande balada. La nostalgia siguió con “Mi peor error” y, sin perder el ritmo del show, exclamó “Y ese peor error se ha ido con una güera», para poner de pie a todo al auditorio e interpretar el tema con ese nombre, “Hey, Güera”.
Un montón de tiras fosforescentes fueron lanzadas al público por la cantante mientras «Caramelo» sonaba. Después, seis tarolas se postraron en el escenario y frente a ellas se colocó cada uno de los músicos y Alejandra con ellos y se ofreció un visual y rítmico solo de tarolas que energizó a los presentes.
Emotividad al máximo y sentimientos a flote; lagrimas desbordaban de los ojos de los presentes con el principio y el fin de la balaba “Volverte a amar”. Más tarde, con “Un día de suerte”, la rockera se subió sobre los hombros de uno de los de seguridad y saludó efusivamente a los afortunados que se encontraban en primera fila.
Un estilo tropical se adueñó del escenario y los músicos junto con la cantante, portando penachos fluorescentes, se movían con sensualidad, y de un salto, todos se pusieron de pie para brincar y bailar con “Eternamente bella”. El carnaval siguió con “Quítatelo”, “Mala hierba” y “Quiero armar un escándalo”.
Sentada al borde del escenario, frente a frente con sus fans, dedicó la siguiente pieza a todas las madres por ser su mes fue: “Yo te esperaba”, en medio de burbujas de jabón que brotaban y hacían del ambiente algo mágico mientras fotos de su hija podían verse tras de ella.
Enormes globos rojos comenzaron a llover, pintando de granada todo el lugar mientras «Ten cuidado con el corazón» comenzaba. Después de presenciar un striptease con la silueta de la cantante en la pantalla, apareció junto a sus músicos con luces fosforescentes al bordes de los instrumentos interpretando “Muévanse todos” y, seguido a ésta, subió a seis pequeñas con instrumentos inflables para que junto a ella interpretaran “Diablo”.
Una enorme nube de humo acompaño el casi final de la noche con «Reina de corazones» y posteriormente la cantante agradeció y salió del escenario, sin embargo ahí no terminaba la velada. En medio del grito de “¡Otra, otra!”, volvió la Guzmán para entregar todo de sí con “Hacer el amor con otro”, uno de los temas más desgarradores y emotivos de la noche.
Fue con una lluvia de papeles plateados que la rockera se despidió de su público regio mientras “La plaga” sonaba por segunda vez en la noche dejando satisfechos a los 6 mil 500 fanáticos presentes.
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