Romeo Santos regala apasionada noche a regios

Romeo Santos llenó de bachata la Arena Monterrey y sedujo a miles de fans durante más de dos horas. Con una arena en todo su esplendor y 17 mil almas bachateras presentes, se vivió el concierto del aclamado Romeo Santos como parte de su gira “Vol. 2 Tour”. El joven cantante deleitó a sus seguidoras ... Leer más

Romeo Santos en Monterrey

Romeo Santos llenó de bachata la Arena Monterrey y sedujo a miles de fans durante más de dos horas.

Con una arena en todo su esplendor y 17 mil almas bachateras presentes, se vivió el concierto del aclamado Romeo Santos como parte de su gira “Vol. 2 Tour”. El joven cantante deleitó a sus seguidoras entre piropos, baile y coqueteos con más de 20 temas en un baile que duró casi dos horas y media.

Poco después de las 21:30 horas, media hora más tarde de lo acordado, arribó el proclamado “Rey de la Bachata” para reinar la Arena Monterrey y cautivar a los presentes.

La brillante flama de 5 velas guindas que adornaban el escenario se encendió para anunciar su llegada. Un enorme trono dorado y una especie de leones mecánicos que rodeaban la tarima, eran la escena que atestiguaba el inicio de la velada. Las luces se apagaron, la música cesó y miles de celulares se alzaron para ponerse en modo “grabación”: había llegado el momento.

Ensordecedores “¡Romeo!” atildaron el momento. En las pantallas brotó un enorme castillo de entre el pasto para, por fin, detonar decenas de “RS” en el lugar. Ataviado completamente de negro y con micrófono dorado en mano, llegó el Rey de la noche para comenzar la fiesta.

“Inocente” fue el tema que inauguró la velada. Después, “Loco” desató euforia cuando el neoyorkino se fue al extremo de la pasarela para tomar de la mano a sus alocadas fans que no dudaron en grabar el momento. Latidos hicieron retumbar la arena para iniciar uno de los temas más esperados: “Mi corazoncito”; en éste, Romeo Santos aprovechó para derretir una vez más a las regias susurrando:
“Ando buscando a una mexicana que me ame, que me quiera, que me brinde un sentimiento […] que me diga ‘Papi, hazme tuyo, tuyo’ y que pasemos un buen momento”

La velada siguió corriendo desatando a su paso el furor de las parejas más bailarinas, en especial en la zona de cancha donde hicieron del suelo la mejor pista. Temas como “Su veneno”, “Cancioncitas de amor” y “Promise” fueron disfrutados enormemente.

“Quiero hacer un brindis por los mejores fanáticos del mundo, por ustedes los romeistas”, aplaudió el cantante a sus seguidores.
Después de que “Noche de sexo” empapara de candela el lugar, se dio paso a los mejores momentos de la noche. El primero de ellos llegó cuando una afortunada fue elegida para subir al escenario y, sobre un pequeño banco, disfrutó de “Solo por un beso” cantada por Romeo especialmente para ella; el episodio culminó con dos besos robados a la joven seguidora.
Después de un breve receso en el que sus coristas aprovecharon para lucir sus fenomenales voces, llegó otro de los momentos inolvidables. Un chico fue el afortunado que subió para interpretar completo el tema “Ella y yo” de “Aventura” junto a Romeo, obteniendo un cd autografiado y la oportunidad de tomar algunas selfies junto a él.

Después llegó “Obsesión” y el adiós con ella, sin embargo, el público no creyó siquiera un poco que este fuese el final a pesar de su despedida, y pocos minutos después, al extremo del escenario fue descubierta una enorme cama con sábanas rojas que había estado oculta con una tela negra durante todo el show. Y cómo fieles fanáticos, ya sabían lo que seguía, por lo que las fanáticas más atrevidas hacían lo posible por ser las “elegidas”.

Fue una valiente chica la que, burlando la seguridad y brincando hacia el escenario, corrió a los brazos del cantante para suplicarle ser ella quien lo acompañara en la última y más esperada pieza de la noche: “Propuesta indecente”. En medio de total pasión, euforia y arrebato se llevó a cabo la escena donde, sobre la cama, Romeo le dedicó personalmente el palpitante tema a la joven chica.

Fue poco antes de la media noche que entre una lluvia de papeles dorados Romeo Santos agradeció y desapareció del escenario dejando a su paso la sombra de una noche maravillosa para los regios, quienes salieron satisfechos de bachata.

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Arena Monterrey, Romeo Santos

Romeo Santos llenó de bachata la Arena Monterrey y sedujo a miles de fans durante más de dos horas.

Con una arena en todo su esplendor y 17 mil almas bachateras presentes, se vivió el concierto del aclamado Romeo Santos como parte de su gira “Vol. 2 Tour”. El joven cantante deleitó a sus seguidoras entre piropos, baile y coqueteos con más de 20 temas en un baile que duró casi dos horas y media.

Poco después de las 21:30 horas, media hora más tarde de lo acordado, arribó el proclamado “Rey de la Bachata” para reinar la Arena Monterrey y cautivar a los presentes.

La brillante flama de 5 velas guindas que adornaban el escenario se encendió para anunciar su llegada. Un enorme trono dorado y una especie de leones mecánicos que rodeaban la tarima, eran la escena que atestiguaba el inicio de la velada. Las luces se apagaron, la música cesó y miles de celulares se alzaron para ponerse en modo “grabación”: había llegado el momento.

Ensordecedores “¡Romeo!” atildaron el momento. En las pantallas brotó un enorme castillo de entre el pasto para, por fin, detonar decenas de “RS” en el lugar. Ataviado completamente de negro y con micrófono dorado en mano, llegó el Rey de la noche para comenzar la fiesta.

“Inocente” fue el tema que inauguró la velada. Después, “Loco” desató euforia cuando el neoyorkino se fue al extremo de la pasarela para tomar de la mano a sus alocadas fans que no dudaron en grabar el momento. Latidos hicieron retumbar la arena para iniciar uno de los temas más esperados: “Mi corazoncito”; en éste, Romeo Santos aprovechó para derretir una vez más a las regias susurrando:
“Ando buscando a una mexicana que me ame, que me quiera, que me brinde un sentimiento […] que me diga ‘Papi, hazme tuyo, tuyo’ y que pasemos un buen momento”

La velada siguió corriendo desatando a su paso el furor de las parejas más bailarinas, en especial en la zona de cancha donde hicieron del suelo la mejor pista. Temas como “Su veneno”, “Cancioncitas de amor” y “Promise” fueron disfrutados enormemente.

“Quiero hacer un brindis por los mejores fanáticos del mundo, por ustedes los romeistas”, aplaudió el cantante a sus seguidores.
Después de que “Noche de sexo” empapara de candela el lugar, se dio paso a los mejores momentos de la noche. El primero de ellos llegó cuando una afortunada fue elegida para subir al escenario y, sobre un pequeño banco, disfrutó de “Solo por un beso” cantada por Romeo especialmente para ella; el episodio culminó con dos besos robados a la joven seguidora.
Después de un breve receso en el que sus coristas aprovecharon para lucir sus fenomenales voces, llegó otro de los momentos inolvidables. Un chico fue el afortunado que subió para interpretar completo el tema “Ella y yo” de “Aventura” junto a Romeo, obteniendo un cd autografiado y la oportunidad de tomar algunas selfies junto a él.

Después llegó “Obsesión” y el adiós con ella, sin embargo, el público no creyó siquiera un poco que este fuese el final a pesar de su despedida, y pocos minutos después, al extremo del escenario fue descubierta una enorme cama con sábanas rojas que había estado oculta con una tela negra durante todo el show. Y cómo fieles fanáticos, ya sabían lo que seguía, por lo que las fanáticas más atrevidas hacían lo posible por ser las “elegidas”.

Fue una valiente chica la que, burlando la seguridad y brincando hacia el escenario, corrió a los brazos del cantante para suplicarle ser ella quien lo acompañara en la última y más esperada pieza de la noche: “Propuesta indecente”. En medio de total pasión, euforia y arrebato se llevó a cabo la escena donde, sobre la cama, Romeo le dedicó personalmente el palpitante tema a la joven chica.

Fue poco antes de la media noche que entre una lluvia de papeles dorados Romeo Santos agradeció y desapareció del escenario dejando a su paso la sombra de una noche maravillosa para los regios, quienes salieron satisfechos de bachata.

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